Mbuuuuuuuuuuu!!!

¡Fantasma, flaco, muerto de hambre!

Me gritan y me asusto, me azuzan y desaparezco. ¿Quién se cree la gente para andar asustando a los espíritus?

Es necesario morir para entender el miedo.

El mundo de los vivos es muy fácil y divertido: lo peor que puede pasarte es no ser reconocido. El miedo real del fantasma es volver a sentirse vivo.

En las fotos no me reconozco, vuelo y floto sin sonido, y no extraño ni mi cuerpo ni nada que haya conocido.

Yo nací y morí sin quererlo y aquí estoy, a la vuelta del olvido.